En tres días desde la fecha en que escribo estas líneas se pondrá en marcha la política de discriminación del acceso de vehículos a Barcelona. De momento los días en que se declaren episodios de alta contaminación. En Madrid estos episodios son aún más frecuentes que en Barcelona y se están implantando medidas similares. Como usuario de vehículo eléctrico no me afectarán directamente estas restricciones pero creo que hay que analizarlas bien. ¿Qué sucede con personas de fuera de estas grandes ciudades, incluso de fuera de la comunidad autónoma, que quieran visitar a sus familiares? ¿No podrán usar su coche si es anterior a 2004? Consideremos una pareja de jubilados que residen en Teruel y que quieren visitar a sus hijos que viven y trabajan en Barcelona. Tienen un automóvil Diesel anterior a 2004 y naturalmente no disponen de recursos para adquirir un coche nuevo. ¿Cuando lleguen a ver a su familia, si coincide con un epìsodio de alta contaminación, serán detenidos por la Guardia Urbana y sancionados? Realmente no parece una política muy acertada. Los peajes de entrada a la ciudad, ponderados según el nivel de emisiones y el poder adquisitivo del propietario del vehículo, los incentivos a la compra de vehículos menos contaminantes, como por ejemplo el IVA supereducido para los eléctricos, como se hace en otros países, la creación de grandes parkings de disuasión, bien conectados a transportes públicos eficientes y rápidos, son medidas que tendrían que estar implantadas y funcionando antes de embarcarse en otras que discriminan a los ciudadanos por su nivel de renta.
